Aos pés do Vesubio

La historia es el hilo conductor de este episodio de Viaxantas que nos traslada al sur de Italia de la mano de Carme Saborido. Nuestro destino es Campania, una región con mucho que ofrecer: ciudades con mucha vida, una costa que atrae a turistas de todo el mundo, islas como Capri que sorprenden en las redes sociales y ruinas que se transforman en un paraíso al aire libre. museo

Esta última faceta, la que nos permite extraer la historia de los libros de texto y las enciclopedias, es en la que nos vamos a centrar en esta ocasión. Los protagonistas de este recorrido sonoro son tres sitios arqueológicos únicos: Paestum, Pompeya y Ercolano.

Nuestra invitada, Carme, es una de las creadoras del podcast As Womansplainers y del blog Lusopatía . La de viajera es posiblemente una de sus facetas menos conocidas. Después de grabar este episodio me quedó claro que es una de esas personas que no solo recorre los lugares, sino que capta muy bien su esencia y es capaz de comunicarla de una manera muy interesante.

Juzga por ti mismo/a.

Las paradas del episodio

PAESTUM

Esta ciudad grecorromana es una de las joyas de la arqueología italiana.
A pesar de estar a menos de una hora en coche de Salerno, lo cierto es que muchos viajeros la ponen en su lista de pendientes cuando visitan Campania.

SALERNO

Punto de partida o destino de las personas que visitan la costa de Amalfi.
Las buenas conexiones de transporte público que tiene con el resto del país y la buena oferta hotelera la convierten en una de las ciudades dormidas por excelencia para las personas que visitan la costa con un presupuesto más ajustado.

POMPEIA

No necesita presentación. 
La erupción del Monte Vesubio en el año 79 dC es posiblemente una de las más famosas de la historia.

ERCOLANO

La visita imprescindible para entender Pompeya. 
Mejor musealización, mejor experiencia para el visitante, menos masificación.

NÁPOLES

Una caja de sorpresas. 
Tiene historia, leyendas y supersticiones, héroes populares y una gastronomía de renombre mundial. 
El carácter napolitano es muy reconocible, seguramente por la importantísima emigración que ha sufrido esta región. 
Si a los españoles en Argentina se les llama indistintamente “gallegos”, a los italianos se les llama “tanos” (del napolitano, por si había alguna duda).